lunes, 22 de marzo de 2010

La fastuosidad del PP

Por Gustavo López Pardo
Sec. Organización
- PSOE Buenos Aires


La fastuosidad del PP.

Doña María Dolores de Cospedal, Secretaria General del PP continúa en Buenos Aires con las declaraciones altisonantes.

Antes de que la crisis de la burbuja financiera explotara, modelo que se incubó en el gobierno de Aznar como bien reconoce la misma Cospedal (Clarín, 19-3-10: “lógicamente hay problemas de arrastre”, “pero la burbuja de la especulación inmobiliaria se incubó entonces”), el gran tema de Don Mariano era la ETA , de lo cual hoy ni habla, a la luz de los sucesivos descabezamientos de la misma, con una clara y firme política por parte de Rubalcaba. Dicen que quieren acabar con dicha organización. Lo que no explica Doña Cospedal es por qué no lo han hecho en el gobierno de ocho años que han tenido. De la enunciación a la construcción de una política para resolver un problema complejo, hay una gran distancia.

Tan luego la Sra. Cospedal en el mismo reportaje afirma sobre el caso Gürtel que “fueron personas que se aprovecharon del PP, no del mismo partido”. ¿Acaso Bárcenas y Crespo no eran los tesoreros a nivel nacional y gallego respectivamente? ¿Ellos no eran del mismo partido? ¿Acaso los abogados del caso Gürtel no hacen esfuerzos descomunales para bajar las escuchas de la sitel porque echa luz a la trama corrupta? ¿Acaso Matas también “se aprovechó” del partido?

Las “propuestas” del PP son las mismas ideas neoliberales y conservadoras que siguen intactas. Cuando hay crisis, nada mejor que apuntar a los trabajadores con una buena reforma laboral que flexibilice los contratos de trabajo, fórmula harto conocida en territorio del Río de la Plata , que no hizo más que profundizar la crisis.

Cuando critican la Ley de Memoria Histórica, deberían explicar a la sociedad española por qué las Comunidades Autónomas que dirige el PP no realizan el mapa de las fosas. O por qué quien encabezó la lista del PP para las últimas elecciones europeas se negó a condenar al franquismo. O por qué Nuñez Feijóo redujo un 90% del programa interuniversitario As vítimas, os nomes, as voces e os lugares retiro.

Afirmar que el gobierno de Zapatero sólo gobierna para el Partido Socialista no resiste ninguna discusión con visos de seriedad. Fueron los gobiernos socialistas los que establecieron nítidamente una distinción entre la prebenda clientelista típica del caciquismo en contraposición al derecho social del ciudadano. Bien lo sabemos quienes vivimos fuera de España, con las pensiones y ayudas a nuestros mayores. En tiempos del PP las mismas estuvieron detenidas y cajoneadas porque no había un criterio fiable y público que las estatuyera como derecho hasta la legislatura del 2004 en que modificó sustancialmente la situación y aumentó significativamente las mismas, en consonancia y complemento con programas para la mujer y la juventud.

La promesa a diestra y siniestra de la tarjeta sanitaria es sólo una cortina de humo. Cualquier ciudadano español que viaje a España puede pasar por el Consulado y la Consejería Laboral y va con su seguro social y, de tener problemas, será atendido. Hacer promesas con una fantasía burocrática es querer salir en la foto, cosa que ha hecho la competencia de Rajoy en el PP, la Sra. Aguirre : prometer y hacer una tarjeta sanitaria que no sirve para nada, ya que no la dotó económicamente. Esto claro, antes de que llamara en un ataque de furor revolucionario a la desobediencia civil, en simultáneo con la privatización de los servicios de salud en la Autonomía.

Omite la Sra. Cospedal la situación del Centro Gallego de Buenos Aires, en donde no queda muy claro qué hace una empresa cuyo objetivo es la tasa de ganancia, en una asociación civil sin fines de lucro cuyo primer y primordial objetivo fue la asistencia solidaria de los paisanos.

Al PP le faltan propuestas reales y concretas y le sobran ganas. Ganas de moción de censura, sin el caudal suficiente de votos. Sólo esgrimen, contradictoriamente, viejas recetas neoliberales para acudir al salvataje de los mismos sectores aupados por su gobierno y que produjeron la crisis, para que la misma la paguen los que menos tienen, decidiendo desconocer las políticas de protección social del gobierno socialista.

En política se puede perder o se puede ganar, y ello se resuelve cuando se ha contabilizado el último voto. Lo que no se debería hacer es omitir y tergiversar la realidad. El PP debería replantear la estrategia sintetizada en la frase que “cuanto peor le vaya a los españoles mejor le irá al PP”. Es el mayor partido de la oposición y, como tal, debería arrimar el hombro con propuestas y no sólo declamaciones altisonantes y omisiones, que además tergiversan la realidad.

Gustavo López Pardo

Sec. Organización

PSOE Buenos Aires

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